Su Historia

La infancia de Carlos

El 29 de mayo de 1891 nacía en Legnano, Milán, Carlo Crespi Croci, el tercero de trece hijos del matrimonio de Daniele y Luigia. «De su padre, modesto agricultor, incansable y tenaz, el futuro misionero aprendió la entrega generosa a los demás y el amor por su trabajo; de la madre aprendió, sobre todo, el fervor en la vivencia de su fe». Desde niño manifestó grandes dotes de corazón, inteligencia y voluntad y dio pruebas de mucha iniciativa. Cuando era niño, poco a poco empezó a disfrutar de las bellezas de la naturaleza. Con los hermanos y hermanas correteaba por el campo, saturándose de oxígeno y de sol y enamorándose de las plantas y de las flores, de las aves y los insectos… Por la noche, después de la cena, la madre reunía a su alrededor al dulce enjambre de sus hijos para rezar juntos el rosario. Los domingos, esa flotilla de pajaritos, con los padres a la cabeza, se dirigía a la hermosa Basílica de San Magno -en Legnano- para la misa, y era edificante su comportamiento.

La Infancia de Carlos

El 29 de mayo de 1891 nacía en Legnano, Milán, Carlo Crespi Croci, el tercero de trece hijos del matrimonio de Daniele y Luigia. «De su padre, modesto agricultor, incansable y tenaz, el futuro misionero aprendió la entrega generosa a los demás y el amor por su trabajo; de la madre aprendió, sobre todo, el fervor en la vivencia de su fe». Desde niño manifestó grandes dotes de corazón, inteligencia y voluntad y dio pruebas de mucha iniciativa. Cuando era niño, poco a poco empezó a disfrutar de las bellezas de la naturaleza. Con los hermanos y hermanas correteaba por el campo, saturándose de oxígeno y de sol y enamorándose de las plantas y de las flores, de las aves y los insectos… Por la noche, después de la cena, la madre reunía a su alrededor al dulce enjambre de sus hijos para rezar juntos el rosario. Los domingos, esa flotilla de pajaritos, con los padres a la cabeza, se dirigía a la hermosa Basílica de San Magno -en Legnano- para la misa, y era edificante su comportamiento.

Tras los pasos de Don Bosco

En octubre de 1903, Daniele y Luigia optaron por llevar a su hijo a la ciudad de Milán, al Colegio Salesiano de San Ambrosio, a los 12 años. A los 15 años era suficientemente maduro para pedir ser admitido al noviciado, que inició en Foglizzo, Turín, el 8 de septiembre de 1906 y culminó un año después, seguida de la secundaria hasta la conclusión brillante con madurez, con la máxima puntuación. Cursó tres años de Filosofía en Valsálice, Turín, en donde tuvo por compañero al clérigo Renato Ziggiotti, futuro V sucesor de Don Bosco. Este siempre guardó para él sentimientos de estima y cariño.
Comienza a frecuentar la Universidad de Padua, en la Facultad de Ciencias Botánicas y, más tarde, el Conservatorio de Música. Realizó cuatro años de intensa búsqueda y clasificación de las plantas de la provincia de Padua. Incursionaba también en el campo zoológico.

En efecto, con un potente microscopio descubrió en las paludes de Comacchio-Ferrara la presencia de unos microorganismos, los «rotíferos de la región antártica», traídos por unas aves migratorias. El descubrimiento despertó interés en los científicos. El 15 de julio de 1921 recibió el Doctorado en Ciencias Naturales en la Universidad de Padua y luego el Diploma de Música en el Conservatorio de la misma ciudad.

Su vocación misionera se manifestó pronto en el marcado interés que demostró siempre por 5 los problemas misioneros, atracción que subió de tono cuando los superiores le encargaron la propaganda de las «Misiones Salesianas» con ocasión de las Bodas de Oro de 1926.

Carlos Crespi Joven Sacerdote

Tras los pasos de Don Bosco

Carlos Crespi Joven Sacerdote
En octubre de 1903, Daniele y Luigia optaron por llevar a su hijo a la ciudad de Milán, al Colegio Salesiano de San Ambrosio, a los 12 años. A los 15 años era suficientemente maduro para pedir ser admitido al noviciado, que inició en Foglizzo, Turín, el 8 de septiembre de 1906 y culminó un año después, seguida de la secundaria hasta la conclusión brillante con madurez, con la máxima puntuación. Cursó tres años de Filosofía en Valsálice, Turín, en donde tuvo por compañero al clérigo Renato Ziggiotti, futuro V sucesor de Don Bosco. Este siempre guardó para él sentimientos de estima y cariño. Comienza a frecuentar la Universidad de Padua, en la Facultad de Ciencias Botánicas y, más tarde, el Conservatorio de Música. Realizó cuatro años de intensa búsqueda y clasificación de las plantas de la provincia de Padua. Incursionaba también en el campo zoológico. En efecto, con un potente microscopio descubrió en las paludes de Comacchio-Ferrara la presencia de unos microorganismos, los «rotíferos de la región antártica», traídos por unas aves migratorias. El descubrimiento despertó interés en los científicos. El 15 de julio de 1921 recibió el Doctorado en Ciencias Naturales en la Universidad de Padua y luego el Diploma de Música en el Conservatorio de la misma ciudad. Su vocación misionera se manifestó pronto en el marcado interés que demostró siempre por 5 los problemas misioneros, atracción que subió de tono cuando los superiores le encargaron la propaganda de las «Misiones Salesianas» con ocasión de las Bodas de Oro de 1926.
Don Carlo en Venezuela – 1926 – (Archivo Familia Crespi)

Misionero Salesiano

Para preparar debidamente estos grandes acontecimientos, los superiores le enviaron a Ecuador para que, como misionero y científico, ayudara a dar nuevo impulso a las misiones y a preparar la Exposición Misionera Internacional de Turín 1925-1926. El 24 de marzo de 1923, el padre Crespi se embarcaba en el Puerto de Génova con 45 jóvenes, y el 24 de abril anclaba en Guayaquil. Luego viajó a Quito para pedir al Gobierno el permiso de entrada y de exoneración de los derechos de aduana y de ahí a Cuenca. Enseguida se interna en la Amazonía ecuatoriana. Así comenzó una nueva vida como científico y misionero. 

«Dejo la familia, salgo de casa, dejo por encima de todo espléndidos ideales científicos y musicales, solo para seguir esta fuerte vocación...»

Misionero Salesiano

Don Carlo en Venezuela – 1926 – (Archivo Familia Crespi)

Para preparar debidamente estos grandes acontecimientos, los superiores le enviaron a Ecuador para que, como misionero y científico, ayudara a dar nuevo impulso a las misiones y a preparar la Exposición Misionera Internacional de Turín 1925-1926. El 24 de marzo de 1923, el padre Crespi se embarcaba en el Puerto de Génova con 45 jóvenes, y el 24 de abril anclaba en Guayaquil. Luego viajó a Quito para pedir al Gobierno el permiso de entrada y de exoneración de los derechos de aduana y de ahí a Cuenca. Enseguida se interna en la Amazonía ecuatoriana. Así comenzó una nueva vida como científico y misionero.

«Dejo la familia, salgo de casa, dejo por encima de todo espléndidos ideales científicos y musicales, solo para seguir esta fuerte vocación…»

Conoce la historia en su documental

P. Carlos Crespi, «Hombre de Dios, Apóstol de los pobres»

P. Carlos Crespi, «Hombre de Dios, Apóstol de los pobres»